Lcda. Espec. Mary
Angelina Peña Triviño, participante de la materia: Comportamiento y Desarrollo
Organizacional, cuyo facilitador es el profesor Tulio Carrillo, de la
Universidad Nororiental “Gran Mariscal De Ayacucho” del Programa de Maestría,
Mención Gerencia Educativa, en Mérida, edo. Mérida. Actualmente, ejerciendo
como docente de aula desde el año 2003 en una escuela ubicada en el hermoso
páramo merideño. Parte de los aprendizajes consolidados en la mencionada
materia, se reflejan en el siguiente ensayo:
El comportamiento
y desarrollo organizacional.
Las organizaciones empresariales, y más aun
las escolares, requieren realizar una serie de cambios y adaptaciones que les
permitan dar respuesta a las demandas externas; en las instituciones educativas
además emerge una realidad organizacional que está influenciada por el estilo
del liderazgo, la motivación o desmotivación, el nivel de compromiso por parte
del personal que las integran, el ambiente multicultural, entre otros factores
que tienden a afectar el equilibrio interno de la misma, no obstante esta
realidad no la mantiene exenta de su compromiso social, de representar una
fuerza de trabajo con la misión de transformar la realidad, de fomentar valores
y de contribuir en la formación de individuos capaces de desenvolverse en la
sociedad y contribuir con su desarrollo.
Según
Chiavenato (2009:6) explica que "El Comportamiento Organizacional
retrata la continua interacción y la influencia recíproca entre las personas y
las organizaciones", "Es una
disciplina académica que surgió como un conjunto interdisciplinario de
conocimientos para estudiar el comportamiento humano en las
organizaciones". Por tanto, es
compromiso del gerente educativo
conocer las formas en que influye el comportamiento de las personas en la
organización escolar, implementar estrategias para mejorar la calidad y
productividad, también para la resolución de conflictos, empoderar la toma de
decisiones y la actuación en pro de la organización.
En este sentido,
la motivación que se puede definir como una fuerza o energía interna que activa
e impulsa al individuo hacia el logro de una meta establecida de manera
intencionada, y que es estimulada en
dependencia de algunos factores externos, también de su escala de valores y la
concepción sobre su manera de vivir; influye de manera determinante (entre
otros aspectos) en el comportamiento y desarrollo organizacional. La motivación
surge de necesidades superiores, según Chiavenato (2000) tales como:
pertenencia, autoestima y autorealización.
Uno de los
elementos claves para motivar a los individuos que todo gerente educativo debe
poner en práctica, es implementar una comunicación asertiva, en un ambiente
participativo y de reconocimiento del otro, a través de la escucha activa y el
contacto visual que en primera instancia posibilite el establecimiento de metas
organizacionales comunes y concretas, para activar el comportamiento de los
individuos, en un clima de relaciones interpersonales satisfactorias, de
colaboración y compromiso. De igual manera el gerente debe descubrir cuáles son
las fuerzas que los impulsan, para potenciarlas lo que se traduce en la
valoración del otro. Aunque actualmente, es común encontrar un clima laboral
escolar donde predomina la frustración, la apatía, el desinterés, la
agresividad, la disconformidad entre los empleados, se agudiza con mayor
énfasis la necesidad de implementar estrategias que motiven a los docentes a
cumplir con las metas escolares, en un ambiente de relaciones interpersonales
satisfactorias, fomentando el interés y la colaboración mutua que permita
aceptar el esfuerzo que implica alcanzar los objetivos comunes.
Mapa mental
elaborado por la participante referente a la motivación y el clima
organizacional.
Mapa mental elaborado por el equipo en el aula de clases.
El conflicto y el
clima organizacional.
En otro orden de
ideas, demás está mencionar que un considerable porcentaje del tiempo laboral
del gerente educativo, lo emplea en atender y resolver situaciones conflictivas
de diversa índole y su impacto en la organización que lidera. Generalmente, los
mismos surgen de discrepancias personales o de grupos que causan choques o
desacuerdos, lo cual es muy usual e
inclusive podría decirse que es
inherente al clima organizacional, no obstante lo verdaderamente
sustancial es que el líder los aborde en la medida que se van presentando, para
ello debe ser flexible, abierto a los cambios, capaz de trabajar en equipo, con
autoestima e inteligencia emocional, aunque esto es poco común y no tan fácil
de alcanzar. No obstante, un líder capacitado, estratega y con conocimiento
sobre el impacto del estilo de su liderazgo implementa técnicas variadas para
la resolución de los conflictos, entre ellas se menciona:
La técnica de los
seis sombreros, desmenuzar el problema, buscar las causas de los mismos,
aplicar el APO : alternativas,
posibilidades y oportunidades.
Para ello es
importante que el gerente educativo conozca que toda organización presenta dos
estructuras: la explícita y la informal, determinada ésta última por las
relaciones interpersonales, y que por nuestra naturaleza humana son más
proclives a suscitar conflictos. Por tanto, el líder debe enfocarse en generar
una dinámica grupal integracionista, de reconocimiento del otro, basada en el
diálogo, con normas colectivas claras y definidas en consensos, donde las
relaciones no se basen en el poder autocrático, por el contrario que reconozca
el talento humano, para orientarlo hacia el éxito y la calidad en la
productividad laboral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario